Tener un perro bien entrenado es una tarea que hace feliz tanto al cachorro como a su dueño. Sin embargo, es una actividad que no debe tomarse a la ligera, ya que el entrenamiento requiere que inviertas tu tiempo. De este modo, a largo plazo, tendras un perro obediente a tu lado.
Teniendo en cuenta su naturaleza, los perros son animales que poseen un orden social muy definido, por esta razón necesitas aplicar un entrenamiento apropiado en el que logres hacerle comprender al cachorro que tú eres el líder y que debe respetar tus reglas.
Cuándo se debe comenzar a entrenar a un perro
El entrenamiento de un cachorro puede comenzar en el mismo momento en el que el perro comienza a formar parte de tu hogar. Es ideal hacerlo cuando aún es un cachorro, ya que cuenta con toda la energía y aún no ha adquirido ninguna mala conducta.
Las palabras más importantes
Para entrenar a tu cachorro utilizarás 2 palabras muy importantes:
La primer palabra es el nombre del animal. Lo ideal es que lo estimules y felicites cuando el mismo responda a su nombre y se dirija hacia ti cuando lo llamas.
La segunda palabra que el cachorro debe aprender es el significado del «no». Esta palabra significa que el perro debe dejar de hacer lo que sea en el mismo momento en el que escucha esta palabra.
Si tu cachorro muerde objetos que no debe, debes decirle la palabra «no» y proporcionarle juguetes de mascotas que pueda masticar.
Otra conducta que debes evitar es que tu cachorro salte sobre la gente para saludarla, pues lo más probable es que a la mayoría de las personas no le agrade este comportamiento.
Para evitar que el cachorro salte sobre las personas, en lugar de darle tu atención cuando realiza esta acción, debes ignorarlo y elogiarlo cuando sus cuatro patas se mantengan en el piso.
También es de suma importancia que le enseñes a tu perro donde debe hacer sus necesidades. Lo ideal es que aprenda a hacer sus necesidades fuera del hogar.
Recuerda que un cachorro digiere rápidamente los alimentos. Por esta razón luego de que el perro haya comido, obsérvalo un rato, cuando se muestre agitado y comience a dar vueltas en círculos, enséñale el lugar de la casa donde hayas destinado que la mascota deba hacer sus necesidades. Para lograr que el cachorro haga sus necesidades en este lugar, coloca papel de periódico allí y felicítalo en el momento que haga sus necesidades.
En el transcurso de unas pocas semanas, puedes ir moviendo el papel periódico progresivamente hacia la puerta de salida y reduciendo la cantidad de papel que pones sobre el piso.
Cuando el cachorro se acostumbre a esta actividad, te pedirá salir para hacer sus necesidades fuera sentándose al lado de la puerta. A partir de este momento puedes comenzar a sacarlo a primera hora de la mañana, luego de las comidas y a última hora de la noche.
Mantén estos horarios y verás rápidamente que la mascota adquiere esta rutina. Debes tener paciencia, ya que se trata de un proceso que toma tiempo y recuerda elogiarlo cuando haga las cosas apropiadamente.
Órdenes básicas
Una vez que el cachorro tenga alrededor de seis semanas de nacimiento puedes comenzar a enseñarle órdenes básicas. Lo ideal es que cuando ejecute las tareas que le vas ordenando, lo recompenses acariciándolo o demostrándole tu afecto. En caso de que no cumpla con las tareas que le ordenas, no debes castigarlo, simplemente evita darle recompensas, de este modo tu mascota asociará la orden con el castigo.
Finalmente asegúrate de que el tiempo de adiestramiento sea corto, no debe durar más de cinco minutos pero debe practicarse con regularidad cada día.
Es importante que el cachorro se divierta durante el proceso de aprendizaje. Para darle las órdenes utiliza palabras cortas con sonidos claros y bien diferenciados unos entre otros.
Puedes utilizar palabras como: «sit», «sentado», «plas», «acostado», «quieto», «ven», «NO», etc.